La integración de tecnología de la manera que hasta ahora la conocíamos ha desaparecido. Si que es cierto, que aún muchos proyectos hoy en día se ejecutan de manera tradicional, con sistemas rígidos y con muy poca o nula flexibilidad.
Considerar al cliente dentro del proceso
El cliente es parte fundamental del propio proceso productivo. Al fin y al cabo es quién nos va a comprar lo que fabriquemos. Su comportamiento, inquietudes, intereses, pueden arrojar luz sobre posibles cuellos de botella en producción.
Incorporar la automatización dentro del plan de operaciones
De forma que la tecnología forme parte del mismo. Es crucial considerar las diferentes opciones, niveles y escenarios.
Smart Automation permite rediseñar procesos usando técnicas más eficientes.
Considerar la tecnología en diferentes áreas del negocio
Smart Automation, a diferencia de la automatización de procesos, tiene un campo de aplicación tan extenso como el propio negocio.
Considerar todas las aplicaciones posibles (RPA, IA, OCR, NLP, entre otras), es un importante paso para descubrir oportunidades dentro del propio negocio.
Invertir en la gestión del cambio
Es necesario identificar procesos, empleados, clientes o proveedores durante la planificación de procesos de automatización y colaborar con todos ellos antes de implementar cualquier automatización.
Smart Automation implica pensar cómo son los clientes, proveedores, personal, el negocio en su totalidad para adaptar la mejor tecnología dentro de la organización.