El término “Gestión del Cambio” ha estado en los negocios desde hace mucho tiempo, refiriéndose a iniciar cambios significativos en los procesos de las organizaciones.
Estos cambios pueden ir, desde alterar la cultura de trabajo en la propia organización, hasta modificar tareas individuales, o aumentar la moral de los miembros de la misma.
El progreso
En sí, dichos cambios significativos pueden ser algo importante y sólido, pero, ¿dónde aparece la pasión por lo que estamos haciendo?.
El problema en este tipo de términos como «gestión del cambio» , radica en que, realmente, nadie desea o planea cambiar. Seamos realistas. En realidad, lo que queremos y deseamos es PROGRESAR.
No buscamos gestores que acepten la tarea de gestionar el cambio. Buscamos líderes que se encarguen de liderar el progreso. No hablemos más de gestionar el cambio, hablemos de liderar el Progreso. Hablemos de…
Llamémosle, pues, “Liderazgo de Progreso”.
Liderar el progreso
Dichos Líderes no son los encargados de decirle a la gente lo que debe o no hacer, sino que incluyen a la gente en el proceso de progreso en sí. De igual modo que lo hacen con el propio proceso.
Consiguen que la gente se implique y verdaderamente quiera formar parte del progreso. Dichos líderes no automatizan procesos de manera aislada, sino que lo hacen de forma que son los propios procesos, incluyendo a las personas, los que demandan el modo en que deben ser realizados de la manera más eficiente mediante Smart Automation.
“Si quieres construir un barco, no reúnas a la gente para recoger madera ni les asignes tareas y trabajos; enséñales a navegar por la inmensidad infinita del mar”, Antoine de Saint-Exupéry
Liderar el progreso con Smart Automation
Son las propias razones de las personas implicadas en el proceso, las que dan forma y que crean las acciones necesarias, para alcanzar los resultados deseados, mediante la automatización inteligente de las tareas adecuadas.
Las empresas que inician cambios significativos, obtienen mayores éxitos cuando las razones para actuar conectan personalmente con sus empleados. Cuando consiguen que éstos se sientan motivados y alteren su comportamiento.
Si no es así, el progreso, aún planificado, será siempre visto como un simple cambio y se verá resentido o incluso evitado.
Los empleados, en tal caso, no se sentirán parte integrante del propio progreso y su colaboración estará seriamente en juego.
La verdadera Smart Automation tiene en consideración estas premisas y, aplicando diferentes tecnologías, permite que, trabajando de manera activa y positiva, el negocio sea considerado como un todo y las personas formen parte activa de los procesos de automatización.
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