Hablemos de la Revolución Industrial. Poner en duda, a estas alturas de la película, que estamos asistiendo a la transformación más radical, en términos económicos, sociales y culturales, que el hombre ha visto jamás, es ignorar el mundo que nos rodea, además de peligroso y arriesgado. Una obviedad así no merecería ni ser mencionada.
La Quinta Revolución Industrial
Que la quinta revolución industrial, que transformará la forma en que hacemos todo en estos momentos, está a la vuelta de la esquina, quizás no parezca tan evidente, pero estamos a punto de sumergirnos en ella. Y ante este panorama, ¿qué estamos haciendo?
Como sociedad, en el término más amplio, aquel que abarca desde lo social, cultural, educativo, político, ahí, en aquello de lo que depende nuestro presente, futuro y el futuro de los nuestros, ¿qué estamos haciendo?
No nos vamos a poner dramáticos pero, en el mejor de los casos, muy poco. ¿Cómo nos estamos preparando? ¿Qué bases estamos sentando?
¿Cuál es nuestra estrategia?
El mundo, a fuerza de ser repetitivos, está cambiando a pasos agigantados. ¿Seguimos el ritmo adecuado?.
Día a día, en nuestros proyectos enmarcados en procesos de transformación digital de nuestros clientes, detectamos carencias muy importantes. Existe una “obsesión” por la incorporación de tecnología, software MES, análisis del OEE, como si esa fuera la clave, la solución a todos nuestros males.
Sin una estrategia de presente y futuro bien definida, sin entender que “lo primero va antes” y que es mucho el trabajo de reflexión y estudio interno que debemos hacer previo a esa, necesaria pero no suficiente, incorporación de tecnología que, de la forma que se está haciendo, no hará más que agravar los males que nos aquejan.
Debemos reflexionar sobre nuestras capacidades, sobre nuestras habilidades. Seguramente sobre muchas de las que, con el tiempo, hemos ido perdiendo ocultas bajo esa incorporación de tecnología “mal enfocada” que las ha ido adormeciendo.
Habilidades exclusivamente humanas y que, hoy por hoy, difícilmente podrán ser realizadas por “alguien no humano”. Al menos no en un futuro cercano.
Reflexiones
Y esta reflexión debemos hacerla desde todos los ámbitos, desde la empresa privada a las instituciones públicas. Debemos sentar unas bases sólidas que nos permitan crecer sobre ellas de manera adecuada y diseñar planes que nos permitan alcanzar los objetivos, por supuesto, apalancándonos en la tecnología, que nos facilitará el trabajo.
Pero debemos reaccionar rápidamente.
Vamos a ponernos las pilas de manera urgente o estaremos muertos.