Transformar digitalmente una empresa significa convertirla en una Smart Industry y es una elección que marcará, sin duda, el futuro de la misma.
En Mas Ingenieros apostamos claramente por una transformación claramente apalancada en la tecnología existente y con visión de futuro. Hacerlo no es obligatorio, pero no hacerlo conlleva una serie de riesgos.
¿Cuáles son los puntos clave que definen una Smart Industry según Mas Ingenieros?
Smart Industry en Mas Ingenieros
1. Una Smart Industry aprovecha la tecnología para producir aquello que le van a comprar.
Debemos conocer más y mejor a nuestros clientes para adecuar nuestros productos y servicios. Seguramente debamos pensar en cambios más profundos, cambios en nuestro modelo de negocio.
Las premisas sobre las que estábamos trabajando ya no sirven. A diferencia de como ocurría hasta hace bien poco, no son las empresas de fabricación las que ahora crean tendencias y los clientes compran lo que se les dice. Ahora ya no. El mundo ha cambiado. Y debemos entenderlo rápidamente para adecuar nuestra estrategia y, para ello, apalancarnos en la tecnología.
Centrarse en fabricar más, mejor y más barato y llenar nuestro almacén de producto acabado que no podemos vender es un riesgo que no nos podemos permitir.
2. Una Smart Industry hace que personas y tecnología vayan de la mano.
Se hace necesaria una nueva forma de entender los proyectos de automatización, una nueva manera de generar una relación entre las personas y las máquinas más fluida.
Incorporar tecnología sin considerar el factor humano es uno de los mayores riesgos.
Estamos asistiendo a una nueva era en la que las máquinas, la tecnología, han pasado de poder realizar tareas físicas más rápida y eficientemente que las personas a actividades que incluyen capacidades cognitivas y que requieren de cierto grado de inteligencia.
Tareas que conocemos hoy en día desarrolladas por personas irán transformándose y dejando paso a máquinas que realizarán ese trabajo de manera más eficiente y barata. Pero la experiencia nos indica que su verdadero potencial exige que las personas y la tecnología vayan de la mano.
3. Una Smart Industry aprovecha la tecnología para compartir la información abiertamente.
Mantener departamentos estancos y no pensar que la información de mi departamento puede ser también útil para otros es la mejor forma de fracasar.
Los procesos aislados y la falta de integración entre diseñadores, desarrolladores y productores limitan la innovación y la calidad del producto.
La flexibilidad y el progreso en la gestión pasan por compartir información entre las diferentes áreas de la empresa. Acostumbramos a disponer de departamentos estancos que pocas veces comparten información. Venimos de una forma de trabajar en la que la información mal entendida, es poder. Y no es así.
El poder se lo otorgamos nosotros cuando convertimos esa información en conocimiento. Lo que para mi departamento es muy valioso puede ser irrelevante para otro y viceversa.
4. Una Smart Industry aprovecha la tecnología para ser responsable social y medioambientalmente.
Centrarse en el beneficio puramente económico es, sin lugar a dudas, un error.
Las empresas, además, deben ejercer su responsabilidad social y medioambiental. Una empresa ni puede ni debe olvidar su compromiso con la sociedad y debe tratar de ser lo más responsable posible.
Olvidar este compromiso y no aprovechar la tecnología para mantener un crecimiento sostenible es una garantía de fracaso.
5. Una Smart Industry aprovecha la tecnología para innovar, anticiparse y ser proactiva.
El mundo es periférico y cada vez gira más rápido. Y evoluciona a un ritmo de progresión geométrica que nuestro cerebro no es capaz de entender.
Obviar lo que sucede alrededor, no anticiparse, no ser proactivo, no innovar, tener miedo al fracaso, conduce inevitablemente al fracaso.
La innovación debe ser parte fundamental, dinámica y cumplir con las expectativas del cliente.
Riesgos de no ser una Smart Industry
Puntos clave de una Smart Industry