El concepto de Big Data continúa ampliando sus propios horizontes. Los gurús aseguran que en un futuro cercano, el mundo estará repleto de equipos baratos que, interconectados entre ellos (Internet de las cosas), acumularán cantidades ingentes de datos. Nuevas bases de datos con capacidades hasta ahora nunca vistas, junto con equipos de almacenamiento masivo y herramientas de análisis poderosas, ofrecerán información valiosísima y modelos inimaginables hasta la fecha.
Sin embargo, para la mayoría de negocios y empresas, Big Data todavía queda lejos. La realidad es otra. La mayoría de empresas no disponen de los recursos necesarios, tecnológicos o financieros, que permitan este tipo de trabajo. Y si dispusiesen de ellos, tampoco podrían acceder a las aplicaciones necesarias. Seguramente todavía no existan.
En el otro lado de la balanza, encontramos el Small Data. ¿Qué es realmente Small Data? Small Data es todo aquello que no es Big Data. Small Data son todos aquellos datos generados por la entrada manual de datos; datos procedentes de CRM o ERP; datos que se pueden gestionar en bases de datos MySQL. Aunque se requiera instalar una gran cantidad de RAM en nuestra máquina. Y es aquí, en el entorno del Small Data, en las aplicaciones prácticas y realistas en empresas que nos rodean, donde aparece un nuevo concepto: VIP Data. La cuestión no es cuántos datos necesitamos sino cuáles son los verdaderamente importantes. Importantes en nuestro caso, en nuestra casa. Importantes para que nos aporten verdadero valor. Nosotros les llamamos datos VIP. VIP Data. Y este concepto es más importante si cabe en entornos de planta, donde no es tan sencillo capturar los datos. Hemos de saber cuáles son los verdaderamente importantes, cuáles son los que nos van a aportar valor. Pues son estos los que nos importan y sobre los que debemos focalizar nuestro esfuerzo por conseguirlos.